El acceso a internet nos ha permitido tener una conectividad extraordinaria con el mundo; podemos ver una amplia variedad de contenido de temas tan específicos como queramos, hablar con personas de distintas partes del mundo, trabajar o aprender algo nuevo desde cualquier lugar.
Pero esta gran apertura también conlleva sus riesgos, desde los bots y trolls dedicados a escribir comentarios agresivos a la menor provocación, perfiles falsos con intenciones cuestionables, hackers y estafadores, entre otros. Navegar por internet de forma segura requiere de cierto conocimiento en materia de ciberseguridad y criterio para poder detectar potenciales amenazas.
Entonces ¿qué pasa con los niños, especialmente los más pequeños? Si bien los niños son perceptivos y aprenden rápido, también necesitan orientación y acompañamiento durante sus primeros acercamientos a la tecnología, de la misma manera en que nosotros aprendimos (a veces a las buenas y otras a las malas) a ser precavidos en la red.
Lamentablemente, es virtualmente imposible estar presente cada vez que los menores navegan en la red, a veces ni siquiera nos percatamos de que están conectados. En estos casos, los controles parentales son grandes aliados para que los padres estén tranquilos.
En este artículo abordaremos el control parental que tiene el sistema operativo Windows® y que puedes activar y configurar tú mismo. Pero antes, repasemos los riesgos en internet a los que están expuestos los menores de edad.
Una de las principales preocupaciones de los padres respecto a la navegación de sus hijos en internet es el contenido al que están expuestos. De acuerdo a la Radiografía Digital 2022 hecha por VTR, ver videos es la actividad a la que mayor tiempo le dedican los menores en redes sociales, siendo las aplicaciones más populares Whatsapp®, Youtube®, TikTok® e Instagram® [1].
Los niños y adolescentes sin supervisión pueden exponerse a contenido para el que no están preparados, desde material sexual, violencia explícita, temas delicados como las drogas, e incluso detalles aparentemente inocentes pero con fuertes implicaciones, como influencers que puedan motivarlos a seguir cierto tipo de actitudes o incluso a realizar retos virales que pongan en riesgo su integridad.
Los videojuegos también son parte de este tema, pues 43% de los encuestados juegan en línea todos los días, por lo que es importante saber si juegan títulos adecuados a su edad. Tanto los juegos como las redes sociales incluyen otros riesgos: 55% de los menores comentan que los han contactado personas que no conocen en redes sociales, el mismo porcentaje de menores que juegan con desconocidos.
Estos desconocidos pueden ser trolls o abusadores que aprovechen las redes para hacer cyberbullying, pero también pueden ser adultos haciéndose pasar por niños o personas de confianza para hacer grooming, es decir, consentir a los niños e incluso darles regalos para después solicitarles algo a cambio, como fotos suyas, videollamadas o reunirse con ellos.
Además, al convivir con desconocidos, también es posible que los menores compartan información personal de manera involuntaria: fotos de su colegio o su casa, comentarios que identifiquen la zona donde viven, rutinas y hábitos, entre otra información sensible que los delincuentes pueden aprovechar para secuestrarlos o fingir un secuestro.
Otra posibilidad es que los niños y jóvenes aprovechen las facilidades que ofrece el internet para hacer compras en línea con cargo a las cuentas de los padres (o en dado caso, sus cuentas de ahorros) que se traducen en gastos desmedidos o incluso el riesgo de que les roben los datos bancarios.
Adicción a redes sociales y otros malos hábitos
Los peligros del internet no sólo tienen que ver con el impacto que otras personas puedan tener en los niños: también la manera en que estos gestionan su tiempo en línea y crean hábitos. El 56% de los encuestados admitió quedarse sin tiempo para hacer otras actividades como estudiar, hacer deporte o convivir en familia por estar tanto tiempo conectados.
Este tiempo en línea puede derivar en distintas conductas, desde bajo rendimiento escolar, hasta adicción a las redes sociales o los videojuegos. Si bien la manera en que regulamos nuestras actividades en línea no es un tema exclusivo de los menores; también es cierto que estos se encuentran en una etapa de formación donde hay mayores probabilidades de generar una actitud asertiva respecto a la tecnología que perdure a lo largo de su vida.
Funciones del control parental de Windows
El control parental de Windows, también conocido como Microsoft Family Safety se maneja a través de las cuentas de Windows, de tal modo que puedes crear una cuenta para tu hija o hijo y a partir de ahí configurar ciertas preferencias para procurar una navegación segura.
Este control parental cuenta con filtros de contenido, de manera que limita o prohíbe el acceso a páginas, aplicaciones y juegos que Windows considera poco adecuados dependiendo del rango de edad. También, puedes agregar sitios específicos a los que quieras restringir el acceso.
Por otra parte, ayuda a generar hábitos digitales saludables, ya que puedes asignar un límite de tiempo para los diferentes dispositivos del menor: computador, Xbox® y celular con Windows Launcher. Si tu hijo supera el tiempo establecido, puedes añadir más o restringir el uso del dispositivo según lo consideres adecuado.
Además, puedes revisar su actividad reciente para estar al pendiente de lo que hace en internet, establecer un presupuesto de gastos en la tienda de aplicaciones de Windows e incluso conocer la ubicación de los dispositivos. Existe una versión gratuita a la que puedes acceder como usuario de Windows y una Premium con suscripción mensual que incluye alertas de ubicación y ventajas adicionales de Microsoft 365.
Crear una cuenta para menores
Como mencionamos anteriormente, el control familiar funciona a través de una cuenta de Windows, por lo que sin importar qué versión uses, el primer paso será crear una cuenta para el menor y vincularla con la familia.
Puedes crear un perfil directamente desde la página de Microsoft Family Safety ingresando a tu cuenta y pulsando la opción “Agregar un miembro de la familia”. También puedes hacerlo directamente desde Windows, las indicaciones serán las mismas en Windows 10 y Windows 11, pero encontrarás un diseño más amable y explicativo en la última versión:
Accede a la configuración de Windows.
Da clic en Cuentas y ve a la sección Familia y otros usuarios.
Selecciona el botón de Agregar familiar.
Aparecerá una ventana emergente que te preguntará si deseas agregar un organizador o un miembro. Escoge la opción de miembro.
En esta parte deberás proporcionar el correo del menor o bien crear uno.
Sigue el proceso que te indicará esta ventana. Te pedirá una contraseña e información adicional como nombre y fecha de nacimiento.
Una vez que la cuenta esté lista, regresa a la sección de Familia y otros usuarios en Cuentas. Ahí encontrarás que ya está agregada la nueva cuenta. Da clic en el botón de Permitir para que la cuenta pueda iniciar sesión en Windows.
Administrar el Control Parental
Una vez que hayas creado la cuenta y se encuentre vinculada dentro de tu familia, entonces podrás utilizar el control familiar. En Windows 11, en la sección de Familia y otros usuarios encontrarás la opción de “Administrar el control parental en línea o quitar una cuenta” que te dirigirá a la página. Pero también, puedes acceder directamente e iniciar sesión.
Dentro de la página encontrarás la cuenta de tu hija o hijo y debajo un menú que te permitirá configurar lo que puede hacer cuando se conecte a través de esta cuenta. Da clic en “Más opciones” para visualizar las distintas secciones que puedes personalizar, como Tiempo en pantalla, Filtros de contenido, Administrar permisos, entre otros.
Recuerda que es importante que la cuenta a la que se aplica el control parental esté abierta en los dispositivos que utilice el menor, ya que si se conecta desde otra cuenta no se aplicarán las restricciones que configures.
Comunicación con los niños sobre el uso del internet
El control parental es una gran herramienta para cuidar la navegación de tus hijos aun si no puedes estar al pendiente de ellos, pero también es vital alentarlos a conocer y usar medidas de seguridad, así como animarlos a ser amables y respetuosos con otras personas y a que guarden cierta información en privado.
Es importante conversar con los menores y, a medida que crezcan, hacerlos conscientes de cuestiones como la privacidad, seguridad y autogestión. Puedes usar ejemplos de la presencialidad o casos concretos de internet para ilustrar tus preocupaciones. Asimismo, es importante que prediques con el ejemplo y establezcas reglas en casa que les permitan divertirse y conversar con sus amigos.
Puede que no estés al tanto de todas las redes sociales y tendencias que tus hijos ven en internet, por lo que es importante tomarte el tiempo para preguntarles qué están viendo, por qué les gusta y poder orientarlos en caso de que detectes algún riesgo. Esto también permitirá que crezca la confianza entre ustedes.
En la medida en que le enseñes a tus hijos la importancia de seguir medidas de ciberseguridad, podrán desarrollar un criterio propio para guiar su navegación en internet durante los años venideros, incluso en su etapa adulta.
En conclusión
La apertura y accesibilidad del internet genera ciertos riesgos, en especial para los menores de edad que en ocasiones no pueden discernir cuando una actividad vulnera su integridad: desde contenido inapropiado que les causará pesadillas hasta el grooming o ataques informáticos, hay muchas razones por las que vale la pena estar al pendiente de la navegación de tus hijos.
Algunos computadores cuentan con controles parentales por defecto, ese es el caso de Microsoft Family Safety, que te permite filtrar el contenido que ven los menores, limitar el tiempo en pantalla y asignar un presupuesto para la tienda de aplicaciones de Windows.
Su uso es sencillo y a partir del lanzamiento de Windows 11 se ha vuelto más intuitivo, por lo que podrás sacarle ventaja tanto en su versión gratuita como Premium. Recuerda acompañar esta configuración con conversaciones y actividades en familia que permitan que los niños desarrollen su propio criterio en materia de seguridad.