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El futuro está más cerca de lo que imaginamos. Actualmente existe un gran auge alrededor de la inteligencia artificial (IA) tras el lanzamiento de ChatGPT-3 y los avances que ha mostrado su nueva versión, ChatGPT-4. Si bien aún existe mucho revuelo sobre las posibilidades que nos brinda la IA para visualizar el futuro de los motores de búsqueda y creación de contenido, esta tecnología también podría ser útil para un tema igual de apasionante: el Metaverso.
El Metaverso promete enriquecer el mundo virtual a tal grado que pueda funcionar de la misma manera que nuestro mundo físico, con la singularidad de tenerlo todo en un mismo lugar, un amplio universo tanto para el desarrollo económico como para el entretenimiento. Algunas aplicaciones de la IA podrían optimizar varios puntos necesarios para el Metaverso y así gestionar mejoras incluso cuando aún está en desarrollo.
Pero si todos estos términos te parecen extraños y no estás seguro de qué impacto podrían tener en el futuro o en tu día a día, no te preocupes, comenzaremos explicando ambos avances para después pasar a la manera en que podrían coexistir para hacer del Metaverso un proyecto cada vez más accesible.
El término “metaverso” fue usado por primera vez en la novela de Cyberpunk, Snow Crash, de Neal Stephenson, allá en 1992, para designar a un mundo virtual donde la gente puede crear alter egos de sí mismos, vivir aventuras y sentirse libres, por lo que la mayoría de las personas buscan refugio del mundo real, pero todo ello se ve amenazado por un virus que podría dar pie al fin de este mundo.
El término volvió a ganar popularidad en octubre de 2021, cuando Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, anunció que cambiaría el nombre de la empresa a “Meta” y que buscarían ser la punta de lanza para presentar su propia versión del metaverso.
Básicamente, el Metaverso es un mundo virtual que aprovecha el desarrollo de tecnologías como la realidad virtual y la realidad aumentada para crear una experiencia inmersiva en la que puedas convivir con otros a través de un avatar y explorar espacios virtuales, asistir a reuniones de trabajo, comprar artículos y más, de una manera cercana al mundo real, pero con todas las ventajas que puede ofrecer la virtualidad.
Para ello, este espacio cumpliría con ciertas características, como ser un espacio autónomo donde los eventos y el tiempo ocurran independientemente de si estás conectado o no; interactivo, para manipular los objetos virtuales y convivir con otras personas; realista, con recursos limitados y la aplicación de las leyes físicas, entre otras.
En la creación del metaverso participan varias empresas entusiastas que buscan la manera de crear un ecosistema que pueda ser accesible y escalable. Por ello, también resulta de interés como un posible método de compra-venta novedoso para muchos comercios, de ahí el atractivo para que diversos proyectos se sumen al Metaverso .
Desde épocas remotas la humanidad consideró la posibilidad de crear máquinas que emularan sus capacidades, especialmente hablando de los aspectos intelectuales. El término “inteligencia artificial” se le acuña a John McCarthy, quien en 1956 organizó una conferencia junto a otros entusiastas denominada Dartmouth Summer Research Project on Artificial Intelligence que daría pie a la creación del aprendizaje automático, el análisis predictivo, entre otras cuestiones.
En términos simples, la inteligencia artificial busca imitar los procesos de la inteligencia humana, para ello, se vale de la creación y aplicación de algoritmos dentro de un entorno dinámico de computación. Para lograrlo, la IA requiere tres componentes fundamentales: sistemas computacionales, datos y algoritmos (es decir, código).
La inteligencia artificial tiene diversos usos hoy en día, como los asistentes de voz como Alexa y Siri que se comunican con nosotros y ejecutan diversas tareas que les solicitamos; los bots conversacionales, que actualmente se usan para agilizar la respuesta de servicio al cliente, así como la detección de fraudes y otros usos en lo que respecta a la ciberseguridad.
Actualmente la IA también se utiliza para generación de imágenes, edición de audio y video, entre otro tipo de tareas, tanto creativas como administrativas y de diversos ramos que han iniciado un amplio debate sobre el futuro del trabajo después de la IA.
Ahora que tenemos una idea más clara de ambos conceptos, puede que te estés preguntando ¿cómo pueden convivir ambas tecnologías? Bueno, lo cierto es que la IA es uno de los avances que hace que el Metaverso sea cada vez más cercano. A continuación te explicamos cómo.
La habilidad de la IA para generar imágenes es increíble. Programas como DALL-E, Stable Diffusion y Midjourney nos han mostrado la capacidad de generar una amplitud de imágenes, incluso nos muestra escenarios hipotéticos con gran precisión.
Si bien algunas de las versiones de estas herramientas han mostrado algunas fallas, como el número de dedos en las manos o la estructura de las mismas, entre otras cuestiones, también nos han engañado con su realismo, como fue el caso de las imágenes del Papa con atuendos urbanos.
Los avatares son el centro de la interacción en el Metaverso y en medida en que sean más realistas, más atractivo resultará para diversas aplicaciones, incluyendo juntas virtuales, reuniones entre amigos y más, que nos harán sentir que estamos frente a frente.
Los gemelos digitales son una representación fidedigna de un objeto o ente físico: desde una manzana que puede caerse o partirse, hasta una planta nuclear o una zapatería, incluso puede emular los procesos de una empresa. La IA no sólo podría reproducir estos objetos de manera realista, también ayudaría a emplear estos gemelos digitales como simulaciones para experimentar alternativas o predecir futuros problemas.
Otra de las aplicaciones de la inteligencia artificial tiene que ver con el procesamiento del lenguaje natural (PLN), el cual permite realizar traducciones automáticas y así conectar a distintos usuarios independientemente del idioma que utilicen, lo cual podría ayudar a ampliar la convivencia dentro del Metaverso.
Por otro lado, el uso de los chatbots en el metaverso podría ser mucho más complejo que los chats que ya conocemos, pues podrían contar con sus propios avatares y adquirir una personalidad e historia propias gracias al machine learning, dando pie a los seres virtuales creados por inteligencia artificial.
Un ejemplo de esto es Ruth the COOKIE COACH una asistente desarrollada por Nestlé y Toll House que te brinda consejos para cocinar y hornear, incluso puede guiarte durante el proceso. Así como Ruth, hay varios ejemplos que hacen que los expertos se cuestionen si en un futuro la IA avanzará tanto que no podremos distinguir las interacciones con chabots impulsados por IA de una persona real.
El machine learning también puede aplicarse a la realidad virtual. Anteriormente mencionamos a los avatares y seres digitales, y la capacidad de aprendizaje de la IA puede ayudar a que las interacciones de estos sean cada vez más sencillas e intuitivas a medida que la IA aprende de los usuarios.
Esto también incluye la manera en la que los chatbots gestionan sus procesos de atención y abordan a los usuarios, así como la mejora de las interacciones humano-computadora (HCI). Algunos expertos incluso estiman que la IA podría ayudar a recrear el sentido del tacto en la realidad virtual o generar una navegación habilitada por voz que sustituya el uso de controles, lo que a su vez podría hacer más accesible la realidad virtual.
Hasta ahora hemos hablado de algunos ejemplos e hipótesis, ahora bien, valdría la pena hablar de las aplicaciones que tiene el Metaverso y la Inteligencia Artificial dentro de las industrias.
Por ejemplo, el sector inmobiliario podría beneficiarse al mostrar simulaciones precisas de casas que aún no se han construído, lo que agilizará la toma de decisión de los usuarios. En este mismo ámbito, permitiría simular diversos acomodos de muebles y decorados para tomar una decisión ilustrada y compararlos dentro de un modelo fidedigno.
La moda es un tema peculiar; por una parte, el metaverso permitirá probarse la ropa de una tienda en línea y tener una mejor idea de cómo se verá en físico. No obstante, también se estima que aparezcan colecciones exclusivas para vestir a los avatares, un negocio que estará hermanado con los populares NFTs.
La telemedicina también podría ser optimizada en el metaverso. Por una parte, la realidad virtual ayudaría a la formación de futuros médicos (al igual que otras profesiones que podrían encontrar otros recursos de aprendizaje en este ecosistema). Pero también podría ayudar en las asesorías y consultas a distancia al tener a los mejores especialistas del mundo a la distancia de un clic.
Estos son sólo algunos ejemplos, pues en realidad la mayoría de las empresas y ramos actuales podrían aprovechar la realidad aumentada y la realidad mixta que propone el metaverso para desarrollar sus procesos de formas innovadoras.
La inteligencia artificial es parte fundamental del Metaverso, ya que no solo permitirá realizar avatares y gemelos digitales más realistas que generen una experiencia inmersiva dentro del Metaverso, también permite otro tipo de avances, que van desde aprender de sus usuarios para mostrarles contenido de acuerdo a sus preferencias, hasta interactuar con personajes virtuales complejos que puedan ayudarnos con nuestros problemas e inquietudes tanto en el mundo virtual como el mundo físico.
A su vez, la capacidad de la inteligencia artificial para aprender y ejecutar mejoras podrían hacer un metaverso intuitivo y accesible de tal manera que sea fácil de utilizar para personas que no están tan formadas en temas de tecnología, como personas con discapacidad, pues finalmente sus desarrolladores buscan que se trate de un ecosistema que pueda ser usado por la mayoría.
Esto podría ayudar a que el Metaverso se convierta en el ansiado espacio en el que pueda gestionarse desde la diversión y los momentos de ocio, hasta cuestiones empresariales, negocios y relaciones públicas ampliadas por los avances tecnológicos.
