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¿Estás cansado de arrastrar los dedos sobre el panel táctil hipersensible de tu notebook, y de abrir y cerrar ventanas por accidente sin tener el menor control? ¿El botón de tu mouse a veces no detecta los clics y te retrasa mientras jugás, condenando tus puntajes? O tal vez sólo querés una solución más cómoda y ergonómica y creés que un mouse inalámbrico es la solución para evitar pasar el tiempo encorvado sobre el teclado.
Sea cual sea la razón, has entrado al mercado de los mouse de computadora, y a menos que seas un gran conocedor de la tecnología, puede que te sientas un poco abrumado por las innumerables opciones.
¿Cuál es la diferencia entre un mouse USB y un mouse Bluetooth? ¿De verdad me conviene comprar un mouse inalámbrico? ¿Qué tan importante es el mouse para mi desempeño como gamer? ¿Qué tipo de mouse para notebook debería comprar?
Estas son preguntas válidas que merecen explorarse, así que entremos al mundo de los mouse de computadoras y peguemos una mirada a las características entre las que podés escoger.
Esperemos que, después de leer este artículo, encuentres algo “que te haga clic” para que te sientas seguro de tu inversión.
Cuando empieces a buscar un nuevo mouse para tu notebook, te encontrarás con el nombre “dispositivo de entrada” unas cuantas veces. En lugar de fijarte únicamente en el empaque o confundirte con la terminología, tomate un momento para entender la relación que existe entre un dispositivo de entrada y la computadora.
Un dispositivo de entrada es lo que permite que introduzcas información en la computadora. Elegir el dispositivo adecuado para ti depende de los datos que quieras introducir en tu computadora, ya sea texto, sonido, arte gráfico, etc.
Antes de que la computadora procese los datos, debés introducirlos de alguna manera [1]. Aquí es donde entra el mouse de la notebook y los demás dispositivos como el teclado, el panel táctil y la rueda de desplazamiento. Una vez que la computadora recibe la información, produce los datos de salida en forma de audio, impresiones, imágenes en la pantalla y demás.
Un mouse para notebook es un buen ejemplo de un dispositivo de entrada, pero es apenas una de las muchas formas que existen de interactuar con tu computadora. Si ensayás con tu banda en la cochera, necesitarás un micrófono para grabar y transmitir sonido. Un estudiante que tenga muchos ensayos pendientes querrá un dispositivo de entrada ergonómico como un teclado mecánico que le permita escribir con mayor velocidad y eficiencia.
Existe toda una gama de dispositivos periféricos que podés añadir a tu equipo y, entre tantas opciones, podrás decidir cómo interactuar con tu computadora según tus preferencias. En cuanto al mouse, existen varias maneras de mover el cursor por la pantalla.
Primero, tenés que elegir entre un mouse alámbrico o inalámbrico. Un mouse tradicional se conecta a tu equipo por medio de un cable. Lo único que tenés que hacer es conectar el cable del mouse USB en el puerto correspondiente, reiniciar el equipo mientras esté conectado al dispositivo e instalar el controlador del hardware para que funcione. Aunque estos dispositivos de entrada son fáciles de usar y de instalar, no son tan cómodos como un mouse inalámbrico.
A medida que los fabricantes del siglo XXI evolucionan e innovan, la tecnología inalámbrica se lleva el protagonismo, convirtiéndose en la industria estándar, no sólo para los mouse para notebooks, sino en lo que respecta a todo tipo de dispositivos digitales, desde cargadores para teléfonos hasta bocinas Bluetooth y más.Un mouse USB se conecta al puerto USB de la computadora. Para conectar ambos dispositivos, el cable de un mouse alámbrico debe extenderse por todo tu escritorio, desde el mouse hasta el equipo, pero un mouse inalámbrico tiene un receptor inalámbrico conocido como dongle, que se inserta en el puerto USB de la computadora para transmitir la señal del mouse al equipo. Un mouse Bluetooth no tiene dongle. Para configurarlo se usa la interfaz de Bluetooth de la computadora y se vincula a la misma usando software en lugar de hardware.
Si querés un mouse para notebook y no estás seguro de dónde empezar a buscar, vale la pena mencionar algunas diferencias entre un mouse Bluetooth y USB.
Para empezar, necesitás un poco más de experiencia técnica para configurar y vincular un mouse Bluetooth que uno USB. El proceso de instalación requiere de algunos pasos adicionales, pero la diferencia principal, y la que debés considerar antes de elegir, es que tendrás que esperar un poco más para que el mouse inalámbrico se reconecte cada vez que inicies la computadora.
Un mouse USB es mucho más fácil de instalar porque usa una tecnología de radiofrecuencia (RF) en conjunto con un nano/receptor USB/transmisor RF para conectarse a tu computadora y a la información que introduzcas.
Para configurarlo, sólo tenés que conectarlo. Basta con insertar el receptor en un puerto USB, encender el interruptor y estarás listo para usar el dispositivo. La desventaja es que ocupa uno de los puertos USB de tu computadora.
En ocasiones, varios dispositivos Bluetooth pueden interferir entre sí, cruzarse y apagarse por un rato, sobre todo en una oficina en la que haya muchos usuarios. A pesar de que la tecnología RF del mouse USB puede perjudicar tu conexión a internet, es muy raro que esto suceda.
Por último, si optás por un mouse inalámbrico Bluetooth, deberás comprobar que sea compatible con tu computadora. No todos los dispositivos vienen equipados con Bluetooth, sobre todo si trabajás con un sistema operativo más viejo. Por otro lado, incluso las notebooks más pequeñas y modernas vienen con al menos dos puertos USB, así que si comprás un mouse USB para desktops o notebooks, no tendrías que preocuparte por problemas de compatibilidad.
Entonces, ¿por qué tanto alboroto con los mouse inalámbricos? ¿Por qué tantos consumidores están tan ansiosos por deshacerse de los cables? Si estás sopesando los pros y los contras de un mouse Bluetooth o USB en comparación con uno tradicional, aquí hay algunas ventajas definitivas que deberías considerar antes de realizar tu compra.
Al igual que sucede con el resto de la tecnología inalámbrica, un mouse USB puede funcionar a cierta distancia del dispositivo receptor. Esto quiere decir que no tenés que estar sentado en el escritorio, frente a tu notebook, para poder mover el cursor por la pantalla. Si querés conectar tu notebook a una televisión, podés reclinarte cómodamente en el sofá y hacer clic en la película o el juego que quieras sin tener que levantarte para llevar a cabo la selección.
La comodidad es la razón principal por la que usamos dispositivos periféricos. Si comprás un mouse USB inalámbrico, es probable que ostente un diseño ergonómico que pareciera amoldarse a la forma de tu mano. La ergonomía es la disciplina que estudia cómo los accesorios y los muebles pueden diseñarse para aumentar la eficiencia y comodidad de los usuarios [2].
Un dispositivo ergonómico es sumamente importante en periféricos para computadoras, pues no sólo facilita, acelera y vuelve más cómodo el trabajo, sino que también ayuda a prevenir lesiones y enfermedades como la artritis, la tendinitis y el síndrome del túnel carpiano, que se presentan a causa del uso repetitivo.
No todos los mouse son iguales, así que no olvides probar el dispositivo de entrada que te haya gustado para confirmar que se ajuste bien a tu mano.
Viajar con un mouse USB inalámbrico es muy cómodo. Muchos son lo bastante pequeños y compactos para caber en el bolsillo exterior de tu funda para notebook, lo que te permite llevarlos a convenciones de juegos o al aula.
¿Harás un viaje de negocios? Podés convertir la cama del hotel en una alfombrilla para el mouse y responder emails mientras te relajás y llamás al servicio al cuarto. Con un mouse inalámbrico, ya no tenés que preocuparte por los famosos enredos al sacar y guardar el dispositivo.
Antes, el bajo desempeño de los mouse inalámbricos eclipsaba su practicidad y portabilidad. Con uno de esos torpes mouse USB tenías que esperar mucho tiempo desde que lo tocabas físicamente hasta que la computadora recibía la señal, y esto hacía que el cursor pareciera fallar al moverse.
Desde entonces ha habido grandes avances en la tecnología, o sea que podés tener una conexión rápida como el rayo entre tus dispositivos de entrada y salida, sin experimentar retrasos durante la transmisión de datos.
Un mouse inalámbrico confiable es crucial para los juegos. Hay vidas en riesgo en el campo de batalla virtual, y cada segundo cuenta en el camino a la victoria. Necesitás saber que el ratón de tu notebook responderá rápido y seguro a cada clic, de lo contrario pondrás en riesgo tu posición ante aquellos oponentes que cuenten con dispositivos más rápidos.
Un mouse USB inalámbrico ofrece una reacción mucho más eficiente de lo que podrías obtener si usaras el panel táctil integrado de tu notebook. Una buena tactibilidad puede ayudarte a superar a tu enemigo con rapidez y precisión. Dura hasta treinta meses con una batería y no tendrás que temer que tu mouse se apague en medio de la última misión.
Aunque no juegues en movimiento, viajes para ir al trabajo o a clases, ni navegues por internet en la sala, existe una ventaja que el mouse inalámbrico tiene sobre el mouse tradicional, y es la estética. Si querés despejar la oficina en casa o la estación de trabajo, una buena solución es retirar el mayor número de cables posible. Un escritorio lleno de cables distrae la vista y ocupa espacio, lo que puede afectar tu productividad y tener un impacto negativo en tu espacio de trabajo.
Podés organizarte y sacar ventaja del mouse inalámbrico, que dará una apariencia más moderna a tu estación de trabajo, hará que tu escritorio se vea más elegante y profesional y te sorprenderá con una nueva motivación para sentarte y realizar tus ocupaciones.
Si trabajás con el panel táctil integrado de tu notebook, es probable que no estés usando todo tu potencial. Podés desempeñarte mejor usando un mouse USB inalámbrico, pues ofrece mucha más versatilidad al permitirte elegir un dispositivo acorde a tu estilo de vida.
Si sos muy activo, podés optar por un mouse de viaje: gracias a la vida útil de su batería, no tendrás que cargarlo entre usos. Revelá tu originalidad con un mouse morado o combiná tu equipo para gaming color rojo usando un mouse rojo a juego.
Comprá un modelo que tenga botones programables de cada lado; así podrás configurar los atajos que prefieras. Con su versatilidad, podés elegir entre mouse ópticos o láser tanto en dispositivos Bluetooth como USB.
Si dudás entre un mouse inalámbrico óptico o láser, la diferencia estriba en los puntos por pulgada (en inglés, DPI o dots per inch). Por lo general, un mouse óptico puede detectar entre 400 a 800 DPI, mientras que un mouse de láser de alta calidad puede detectar más de 2000 DPI [3].
El sensor de un láser es más sensible y, en consecuencia, sus movimientos son más precisos. Un modelo óptico suele adecuarse al uso cotidiano, pero los gamers asiduos y los diseñadores gráficos deberían optar por un mouse láser de mayor precisión para asegurar que exista una buena atención a los detalles.
Los que quieran beneficiarse de la última tecnología, deben tener un mouse inalámbrico para poder deslizarse por las pantallas y navegar de ventana a ventana. Los mouse USB son más prácticos, aunque también podés optar por un mouse Bluetooth si no querés ocupar tus puertos USB. Sea cual sea tu elección, asegurate de leer las especificaciones de antemano. Querrás que tu dispositivo de entrada funcione a 27 MHz por lo menos, para poder disfrutar de una buena transmisión de datos.
Cuando conectes tu mouse USB, no querrás volver a ese anticuado panel táctil. Un mouse inalámbrico es el accesorio que tu notebook necesita. Elegí uno y preparate para saber lo que se siente tener una estación de trabajo mejorada y moderna.