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Desde la primera pantalla táctil, lanzada en 1965, hemos visto avances increíbles en la tecnología de pantallas táctiles y de informática en general. Si le dijéramos a E. A. Johnson que más de dos mil millones de personas llevan pantallas táctiles en sus bolsillos todos los días, no nos hubiera creído, pero fue esa misma tecnología que desarrolló para el centro de investigación Royal Radar Establishment, la que ayudó a moldear el futuro de la tecnología de pantallas táctiles que usamos a diario.
Existen muchas iteraciones de tecnología de pantalla táctil, que incluyen las de infrarrojos y las de onda acústica de superficie (SAW en inglés), pero hay dos que casi todos nosotros conocemos bien. Las pantallas táctiles con las que más interactuamos en la actualidad son pantallas capacitivas y resistivas. Veamos cómo funcionan y dónde encontramos cada una.
La tecnología de pantallas táctiles capacitivas es con la que más interactuamos. Es el tipo de pantalla que vemos en teléfonos, notebooks y tabletas.
Las pantallas capacitivas están hechas de muchas capas de cristal y plástico y están cubiertas con un material conductor como cobre u óxido de indio y estaño. Este material conductor responde cuando entra en contacto con otro conductor eléctrico, como lo es tu dedo. Cuando tocas la pantalla, se completa un circuito eléctrico en el punto de contacto, donde cambia la carga eléctrica. Tu dispositivo registra entonces la información como un toque.
Una vez que el toque se registra, los receptores de la pantalla mandan la señal al sistema operativo y con esto provocan una reacción en tu dispositivo. Así es como tú experimentas la interfaz de la aplicación.
Las pantallas capacitivas suelen tener una apariencia más brillante y clara. Además, son más sensibles que las pantallas resistivas. Las encontramos en tecnologías modernas como los teléfonos inteligentes y las tabletas y nos permiten tener una experiencia con imágenes realistas de alta calidad.
Las redes sociales están muy integradas a nuestras vidas; siempre estamos compartiendo y experimentando la vida a través de nuestros dispositivos. Poder interactuar tranquilamente con aplicaciones de alta calidad es posible con las nuevas pantallas capacitivas.
Las pantallas táctiles resistivas funcionan exactamente como su nombre lo indica: con una resistencia al toque. La capa de vidrio o plástico rígido se cubre con una capa metálica resistiva que conduce la electricidad. Las dos capas se separan con espaciadores para que, cuando presiones con el dedo la capa protectora, las dos capas hagan contacto y carguen de electricidad ese lugar, que manda una señal al programa para que obedezca.
Las pantallas resistivas no son tan brillantes como sus contrapartes porque las gruesas capas azules y amarillas que conforman su interfaz son más oscuras. Es posible ver pantallas de este tipo en cajeros automáticos, en la caja de las tiendas y en puntos de ventas o terminales. Suelen durar más y son más económicas que las pantallas capacitivas, gracias a esa capa externa de plástico resistente.
Los dos tipos de pantallas tienen ventajas y desventajas, que las hacen más o menos indicadas para determinadas aplicaciones. Las pantallas capacitivas ofrecen mayor flexibilidad en cuestión de funcionalidad que las resistivas, que no pueden registrar muchos puntos de contacto al mismo tiempo.
Por ejemplo, cuando haces zoom en tu teléfono estás usando dos dedos en distintos receptores para acercar o alejar la imagen. Las pantallas resistivas se confunden cuando tratas de aplicar muchos puntos de presión, pues su tecnología funciona al reconocer la presión en un sitio específico.
Lo que detectan las pantallas táctiles difiere según el tipo de pantalla. Las resistivas dependen de que se aplique presión sobre ella, lo que significa que a veces, la punta de una pluma u otro objeto puede iniciar una respuesta en el sistema. En cuanto a las pantallas capacitivas, utilizan conductores eléctricos más que un punto de presión para reconocer una orden y así obedecer.
¿Pero te has preguntado por qué las pantallas capacitivas parecen funcionar únicamente con tu piel? Aunque no es el caso exactamente, las pantallas capacitivas sí dependen de una cantidad específica de carga eléctrica para mandar una señal al sistema operativo.
Quiere decir que otros objetos con la misma carga que tiene tu dedo podrían hacer funcionar el teléfono, la tableta o la pantalla de tu notebook. Es por eso que las pantallas táctiles parecen responder a los lápices ópticos, a los guantes especiales y a una que otra llamada accidental mientras tienes el teléfono en el bolsillo.
Antes de que te pongas unos guantes, listo para mensajearles a todos tus amigos sobre lo maravillosos que son, debes asegurarte de que sean el par indicado. Los guantes para pantallas táctiles usan hilo conductor en las puntas de los dedos para mantener la carga electrostática natural del dedo, así que no cualquier guante podrá hacer que el dispositivo responda. Debes tener unos guantes adecuados antes de desafiar a la suerte con tu teléfono.
A pesar de que los hilos conductivos y los lápices ópticos funcionan con pantallas táctiles, otros objetos como los lápices comunes y corrientes, no lo hacen. La diferencia es la carga eléctrica de cada objeto. En realidad, las plumas normales tienen demasiada carga eléctrica para que una pantalla táctil las reconozca. Tu pantalla depende de la carga exacta de electricidad para obedecer tus órdenes. Fascinante, ¿verdad?
Si el poder de las pantallas táctiles se basa en la capacidad de conducir y recibir energía, ¿cómo funcionan los protectores de pantallas táctiles?
Las pantallas táctiles capacitivas detectan la corriente eléctrica, así que no necesitan experimentar la presión de tu dedo, como lo hacen las pantallas resistivas. Si tu protector de pantalla utiliza un material eléctricamente transparente, no afectará la funcionalidad de la pantalla porque aún podrá registrar el cambio en la carga eléctrica.
La buena noticia es que, a medida que la tecnología de las pantallas táctiles avanza, también lo ha hecho su durabilidad.
Los protectores de pantalla ya no son tan necesarios como cuando los consumidores fueron introducidos a los productos con pantallas táctiles. Muchos de nosotros todavía estamos traumados desde la vez que rompimos la brillante pantalla de nuestro dispositivo nuevo. Contrariamente a los maníacos de la tecnología más sobreprotectores, tú no necesitas preocuparte tanto por la seguridad de tu pantalla, gracias a los avances en cuestión de materiales.
La mayoría de los dispositivos usan materiales resistentes a los daños como el Gorilla® Glass para proteger la pantalla si se cae, aunque no recomendamos probar los límites de esa resistencia: es vidrio durable, no el increíble Hulk. Si eres de esas personas proclives a los accidentes, los protectores de pantalla siguen siendo una buena opción para mantener tu pantalla en óptimas condiciones.
Casi todos los protectores de pantalla están hechos de plástico o vidrio templado. Los protectores de plástico ayudan a evitar que la pantalla se raye, pero no son buenos para resistir los golpes. Si, como dijimos, eres un poco descuidado, querrás considerar un protector de vidrio templado y tal vez una funda semirrígida también.
Dependiendo del grosor del plástico, podrás sentir una diferencia en la sensibilidad de tu pantalla táctil. El vidrio templado también añade una capa gruesa a la pantalla, pero se siente más como la pantalla original.
Las pantallas interactivas mejoran la experiencia del usuario porque añaden una funcionalidad táctil, lo que permite un mayor control sobre el dispositivo. Como los teléfonos inteligentes se han vuelto tan importantes en nuestra vida, nos acostumbramos a tener todo lo que queremos al alcance de nuestros dedos. Esta popular tecnología ha permeado nuestras vidas con el lanzamiento de las notebooks y tabletas táctiles.
Las notebooks convertibles y desmontables con tecnología de pantalla táctil adicional llegaron al mercado poco después de que se introdujeran las tabletas. Los usuarios amaron lo fácil que era navegar en sus computadores portátiles o en internet mientras veían la televisión, así como consultar recetas mientras cocinaban, y mostrar fotografías a su familia en una pantalla más grande que la del teléfono.
Las notebooks de pantalla táctil se volvieron muy populares con el estilo notebook 2 en 1 que permite que tu notebook se transforme en una tableta. Mover ventanas, ajustar diseños, jugar y deslizarte en una notebook nunca fue más fácil. También se puede dar una nueva dimensión a una presentación aburrida, permitiendo que los participantes interactúen directamente con la aplicación a través de la pantalla.Tanto las notebooks como las tabletas usan la misma tecnología táctil capacitiva. Mientras que las notebooks tienen la ventaja de un teclado y un panel táctil a tu disposición, las tabletas ofrecen sus propios beneficios para las personas que se encuentran en movimiento. Al comparar las notebooks y las tabletas táctiles, es muy probable que oigas hablar sobre la tecnología de la visualización de imagen.
Las notebooks y tabletas modernas suelen usar pantallas LED o LCD para una visualización más clara. Tales tecnologías funcionan con las capas táctiles de la pantalla para mostrar las imágenes. No tienen un impacto directo en el funcionamiento de la pantalla, sólo lo que aparece en ella.
La mayor parte de los dispositivos que conoces tienen una pantalla LED retroiluminada que funciona en conjunto con la LCD (la pantalla de cristal líquido) para crear la pantalla colorida e iluminada que ves al usar tu teléfono, tableta o notebook.