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Los concentradores USB para computadoras solían ser un accesorio muy común, pero parece que se están utilizando cada vez menos. La causa probable es el aumento de la popularidad de los dispositivos inalámbricos.
En la actualidad, no necesitás conectar teclados, mouses, impresoras o parlantes por vía USB, ya que podés conectarlos a través de Bluetooth. Hasta las memorias USB están perdiendo su anterior fama, ya que ahora podemos transferir gran cantidad de datos por medio de la nube.
Pero muchos usuarios como artistas, empresarios, contratistas y gamers, por mencionar unos pocos, siguen siendo leales a las conexiones USB. Estos usuarios pueden tener hasta cuatro o cinco dispositivos que necesitan conectar a su computadora al mismo tiempo (todo o nada). Para tales usuarios, un concentrador USB puede ser una herramienta invaluable.
Si tenés una computadora, debés estar familiarizado con sus puertos y conexiones.
Lo que tal vez no sepas, es que algunos de estos puertos fueron creados hace décadas. Por ejemplo, el humilde conector de audio analógico hembra que encontramos en bocinas, computadoras y otros dispositivos de audio en el que conectás tus audífonos, está basado en una versión de un cuarto de pulgada de la misma tecnología que usaban los operadores telefónicos de la década de 1870.
Hemos llegado lejos desde aquellos predecesores del siglo XIX. De hecho, el mundo de los puertos de computadora ha sufrido una explosión en la era moderna.
Existen muchos tipos de puertos que permiten a los usuarios expandir la funcionalidad de las computadoras y conectarse a una gran variedad de