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Primero debés asegurarte de que el problema sea en realidad la batería. Hay una serie de componentes que trabajan en conjunto para proveer de energía a tu PC, por lo que primero debes descartar todo lo demás. Comienza conectando tu computadora y ve si la luz LED muestra que la corriente eléctrica está llegando apropiadamente. Si se enciende, tu dispositivo está recibiendo energía, lo que significa que el problema no es el cable o la fuente de energía.
Si la luz no se enciende, revisá el cable. Muchos vienen en dos piezas, así que asegurate de que estén bien conectados. Además, intentá conectarlo a un enchufe que sepas que funciona. Asegurate de que el puerto de energía de tu notebook, es decir, el conector, esté fijo y no se mueva.
Un problema común de las notebooks es que se golpean donde se conecta el cable, lo que puede causar que el puerto de carga se suelte o se dañe. Como resultado no recibirá energía y la batería no se cargará.
A continuación, verificá que tu computadora tenga la configuración adecuada. En Windows 10®, hacé lo siguiente:
Mantente atento a configuraciones de batería potencialmente problemáticas. Estas pueden incluir aquellas que hacen que la computadora se apague a un nivel bajo, o que activen el modo de suspensión cuando cierres la tapa o estés inactivo durante unos minutos. Cualquier cosa que haga que tu computadora se apague y, por lo tanto, sea similar a una falla de la batería, debe ajustarse.
El controlador de la batería también puede estar experimentando problemas. Nuevamente, en Windows 10, seguí estos pasos:
Si tu batería aún no se está cargando, es probable que esté defectuosa. Una de las razones más comunes por las que una batería no carga es su “salud”. Las baterías viejas o dañadas pueden cargarse solo parcialmente, pierden energía más rápido o pasan de estar completamente cargadas a agotadas en minutos.
Si notás que tu batería no funciona como solía hacerlo y ya descartaste todos los demás problemas, es factible que la salud de tu batería esté comprometida.
Los signos de una batería gastada incluyen:
Una forma de inspeccionar la batería es simplemente mirándola. Retirá la batería de tu notebook, pero tené cuidado si acabas de usarla porque puede estar caliente. ¿La batería parece rota o hinchada? Si ves alguna fuga, un residuo gomoso o plástico roto a lo largo del área de la superficie, dejá de usarla de inmediato y buscá un reemplazo.
Otra opción es la verificación del estado de la batería, que puede brindarte más información sobre, valga la redundancia, el estado de una batería que parece estar en buen estado pero que no mantiene la carga. Para probar la batería de tu notebook, deberás ejecutar un informe de batería. Esto es fácil de hacer con Windows 10.
Si la batería de tu notebook no se carga porque ha superado su vida útil, este informe te lo puede decir. Para generar uno hacé lo siguiente:
Ahora que has encontrado el informe, esto es lo que debes buscar:
La capacidad de carga prevista de la batería aparecerá en la columna de la derecha, pero la capacidad real de la batería estará en la columna de la izquierda. Al mirar hacia abajo en la lista, deberías ver que la capacidad real disminuye ligeramente con el tiempo. Si hay una diferencia significativa entre la capacidad real y la capacidad de fábrica en los registros más recientes, sabrás que tu batería se ha degradado. Buscá también cualquier caída repentina en la capacidad.
Otro indicador importante para que la batería de una notebook no se cargue es la duración de la batería. La columna de la derecha muestra cuánto tiempo debería durar la batería con la carga actual durante el tiempo que se registró. La columna de la izquierda muestra la duración real de la batería. Si la diferencia es significativa, la batería no dura el tiempo que debería.
La estimación final de la vida útil de la batería también se mostrará en la parte inferior. Si es mucho menor que la vida útil que tenía cuando compraste la computadora por primera vez, es un signo de mala salud de la batería.
No hay mucho que puedas hacer para que una batería agotada vuelva a la vida, aunque es posible que te quede algo de tiempo si aún funciona y puede mantener la carga durante unas horas. Si deseás evitar perder energía cuando te encontrás en medio de una tarea importante, debés ser proactivo y reemplazarla antes de que tengas una falla inesperada.
Si decidís cambiarla, tené cuidado con el lugar donde la adquieras. Si bien hay muchos proveedores en línea que venden baterías comercializadas como compatibles con tu notebook, es mejor comprarlas exclusivamente con los vendedores aprobados por la marca de tu computadora. Si tenés una notebook HP, podés asegurarte de obtener la batería adecuada revisando nuestra herramienta de búsqueda de baterías (en inglés).
Un producto de terceros puede darte muchos problemas. Además de ser de baja calidad, este tipo de batería podría anular la garantía. Las baterías con fugas o que funcionan mal pueden arruinar tu notebook y causar problemas mucho más graves que un simple problema de carga. Para obtener la mejor batería, visitá el sitio web del fabricante para obtener un reemplazo autorizado.
Con todo lo que podría salir mal con tu notebook, la batería es una solución bastante simple. Reemplazar la batería o incluso el cable de carga es mucho más económico que sustituir todo tu equipo.
Incluso si tenés un conector de carga roto, muchos talleres de reparación de computadoras pueden soldar fácilmente un componente oficial. Además, si fuiste cauto y adquiriste el HP Care Pack, es posible que tu plan cubra estos arreglos.
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